CONVERSATORIO EN EL ROJAS: OTRAS MIRADAS

Crédito de la foto: Alejandro Kuropatwa.

A 30 años del fallecimiento de Liliana Maresca es necesario realizar otras aproximaciones a su obra y amplio trabajo artístico por la potencia y vigencia que mantiene en el contexto actual de nuestro país y el mundo.

Las instalaciones en Liliana Maresca fueron un modo de expansión de su labor escultórica y una puesta en escena de sus fotoperformances, involucrando su significativa presencia corporal, así como su compromiso social y político al desplegar una narrativa crítica que incluyó la denuncia, la perspectiva de género y la resistencia desde la mirada decolonial a través del ejercicio de la “desobediencia epistémica”. 

Estos conceptos que vertebran su intensa producción, se nutren de un espiritualismo que recurre a la simbología alquímica, así como a las metáforas territorializadas en Latinoamérica, propuestas por las estéticas neobarrocas, al indagar en recursos como la teatralidad, la condensación y proliferación significativa, influjo que toma el color local del “neobarroso”, concebido por el escritor Néstor Perlongher, que hunde historia argentina, existencias y creaciones en el lecho aluvial del Río de la Plata. Asimismo, utilizó su cuerpo para erotizar su arte y, por medio de este impulso, exponer y restañar las heridas coloniales y su nefasta pervivencia en los modelos neoliberales impuestos en la Argentina. 

La presentación conjuga distintos aspectos que emergen de su trayectoria y que hoy pueden dar pistas, sobre todo a los jóvenes artistas, del modo y desde dónde pararse en esta fase del capitalismo de la que nadie puede escapar. Por tal motivo, Liliana Maresca emerge como una referente ineludible.