En el Día Internacional de la Mujer, la Universidad de Buenos Aires se pronuncia, una vez más, a favor de la igualdad de derechos, poder y oportunidades de las mujeres y las niñas. Sostiene su compromiso en la lucha contra toda forma de violencia y discriminación por razones de género e invita a participar del Paro Internacional de Mujeres.
La UBA adhiere a la marcha del 8M
Cada 8 de marzo, en Argentina y en el mundo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Este año se hace un llamado a la acción para la ampliación en la igualdad de derechos, poder y oportunidades para todas, haciendo foco en las futuras generaciones. A través de una Resolución del Rector, ad referéndum del Consejo Superior, la UBA adhiere y convoca a participar de las actividades alusivas.
En 2025 se celebra, además, el 30° aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, firmada durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, mediante la cual 189 gobiernos adoptaron y avalaron el plan de acción más avanzado para la conquista de derechos de las mujeres y niñas en todo el mundo. 30 años después, el llamado a la acción sigue siendo igual de urgente y necesario.
Reivindicando aquel plan de acción, este año la Organización de las Naciones Unidas propone el lema: “Para las mujeres y niñas en toda su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”. El objetivo de este nuevo llamado a la conciencia es fomentar los derechos de las mujeres y las niñas frente a toda forma de violencia, discriminación y explotación; promocionar la igualdad de género e impulsar el empoderamiento garantizando el acceso inclusivo de las mujeres a la educación, el empleo, el liderazgo y los espacios de toma de decisiones.
A contramano del mundo
Argentina ha sido un país pionero en la región por su compromiso con los derechos humanos, y específicamente con la protección integral de las mujeres. En 2009, fue promulgada la Ley 26485, mediante la cual, el Estado argentino se comprometía a enfrentar la violencia por razones de género y asistir a sus víctimas, como así también a adoptar políticas orientadas a tales fines. Todas estas políticas respondían y cumplían con los tratados internacionales firmados por Argentina, como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas, que Argentina ratificó en 1985, y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, conocida como “Belém do Pará”, incluida en la Constitución del país en 1994.
A contramano del mundo, en noviembre de 2024, Argentina fue el único país que votó en contra de una Resolución de la Asamblea General de la ONU que dispuso “Intensificar los esfuerzos en la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, en especial en el entorno digital”. Solo 13 países se abstuvieron y 170 votaron a favor.
Sumado a esto, es la primera vez en más de 40 años de democracia, que nuestro país no cuenta con un organismo destinado para tal fin. Al mismo tiempo, el presupuesto destinado a ayudar a mujeres en situación de riesgo se redujo en un 98.63% con respecto al año 2023. El gasto destinado a salud sexual y reproductiva en 2024 fue el más bajo de los últimos nueve años y la línea 144, destinada a asistir en casos de violencia de género, sufrió una reducción presupuestaria del 28% en el primer semestre de 2024 y fue despedido el 52% de su personal.
El último informe sobre femicidios realizado por ONU Mujeres y la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDC) destaca la necesidad urgente de contar con sistemas de justicia penal sólidos que hagan rendir cuentas a los responsables y, al mismo tiempo, garanticen el apoyo adecuado a las supervivientes, incluido el acceso a mecanismos de denuncia seguros y transparentes, sin embargo, Argentina continúa incumpliendo tratados internacionales vigentes y acelera el proceso de deterioro de las políticas de género.
En este contexto, en los dos primeros meses del año 2025 en Argentina se registraron 52 femicidios, uno cada 27 horas. A eso se suman 69 intentos de femicidio. En el 88% de los casos, los crímenes fueron cometidos por personas cercanas a la víctima (pareja, ex pareja o familiar).
El concepto de femicidio que se utiliza para obtener registros proviene de la Organización de Estados Americanos, y dice: “Femicidio es la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”.
En el Código Penal argentino, no aparece como “femicidio”, sino que fue incorporado en el inciso 11 del artículo 80 del Código, como un agravante del homicidio “cometido contra una mujer cuando el hecho fuere perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”.
Hace pocos meses, el ministro de Justicia de la Nación Argentina, Mariano Cúneo Libarona, expresó la intención de eliminar la figura del femicidio del Código Penal Argentino. “Porque esta administración defiende la igualdad ante la ley consagrada en nuestra Constitución Nacional. Ninguna vida vale más que otra”.
Ante esta embestida y retroceso de derechos, organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales han expresado su preocupación. La Corte Interamericana de Derechos Humanos CIDH instó al Estado argentino a priorizar medidas urgentes para enfrentar las altas cifras de femicidios y otras formas de violencia contra las mujeres.
Por otra parte, Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, también se pronunció al respecto: “El gobierno (argentino) les da la espalda a las mujeres víctimas de violencia y las deja desamparadas ante la eliminación y reducción de programas clave para atender, prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género. Con estas medidas, el Estado no solo pone en riesgo sus vidas, sino que perpetúa la discriminación estructural por razones de género, alejándose del histórico liderazgo que en la región ha tenido Argentina en materia de derechos humanos”.
Este sábado 8 de marzo, las mujeres se congregan en las calles de toda la Argentina para reclamar: “Para las mujeres y niñas en toda su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”.
La Universidad de Buenos Aires, “convoca a la comunidad universitaria y a la sociedad argentina a reflexionar sobre la implicancia conmemorativa de esta fecha y a exhortar la urgente implementación de políticas públicas de prevención, erradicación y sanción de la violencia hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes”.