La UBA le otorgó el título Honoris Causa a Gian Vittorio Caprara

El Rector Gelpi y el decano Biglieri le entregan el diploma y la medalla al Dr. Caprara

La Universidad de Buenos Aires hizo entrega del título de Dr. Honoris Causa al Profesor Gian Vittorio Caprara en una ceremonia que se llevó a cabo en el Aula Mayor de la Facultad de Psicología. El acto formó parte del cierre del XV Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, en el cual Caprara participó como conferencista. 

La ceremonia estuvo encabezada por el rector de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Ricardo Gelpi, el decano de la Facultad de Psicología, Prof. Jorge A. Biglieri, y la secretaria Académica de la Facultad, Prof. Silvia Vázquez. 

El Prof. Caprara es una figura del máximo relieve en el mundo de la psicología de la personalidad, las motivaciones y la adaptación psicosocial. Se destacan sus aportes en las áreas relacionadas con el comportamiento prosocial y antisocial, la positividad, el bienestar y la psicología política y económica. 

Nacido en Erba, Italia, Caprara fue Profesor Titular de Psicología de la Personalidad y de Psicología Política de la Universidad Sapienza de Roma, y Profesor visitante de la Universidad de California, la New York University y la Stanford University. También fue decano de la Universidad Sapienza y presidente de la Sociedad Europea de Psicología. 

Al momento del elogio académico, el Prof. Biglieri sostuvo: “La Universidad de Buenos Aires se enorgullece de otorgar al Prof. Gian Vittorio Caprara el título de Dr. Honoris Causa, por sus contribuciones teóricas y científicas, como también por su papel fundamental como colaborador generoso, guía inspirador y mentor apasionado, cuyas acciones han enriquecido el panorama de la investigación psicológica a nivel mundial”. 

Luego de recibir el título y la medalla de manos del rector de la UBA y del decano de la Facultad, el Prof. Caprara agradeció a su familia, amigos y mentores. Y reflexionó sobre algunas ideas en las que está trabajando y que “tienen que ver con el funcionamiento de la democracia y la contribución que la psicología puede aportar a su comprensión y promoción. Especialmente en estos tiempos tan desafiantes que atravesamos”. 

Al respecto, sostuvo: “No se pueden ignorar los síntomas de malestar de nuestras democracias, manifestados a través de la falta de participación activa de amplios sectores de la ciudadanía. No debemos subestimar los costos del escepticismo y del desencanto cuando conllevan emociones negativas como el rencor, la desilusión y la impotencia, ya que estas emociones socavan el juicio crítico y hacen que los ciudadanos pierdan de vista las obligaciones y los objetivos comunes de la convivencia democrática”.