Ciencia
Día Internacional del Agua

El agua, la importancia de un recurso vital

viernes 22 de marzo de 2024

La gestión sostenible del agua genera beneficios para las personas y las comunidades en todo el mundo. Cada año, organismos internacionales promueven la atención y sobre la gestión sostenible de este recurso. Desde la UBA, se aborda la importancia de este recurso no renovable desde distintas perspectivas: La salud humana, la sustentabilidad y su gestión para la producción agropecuaria.

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Agua, recurso vital

Cada 22 de marzo, se conmemora el Día Internacional del Agua. La Universidad de Buenos Aires investiga, trabaja y crea conciencia sobre la importancia de este recurso no renovable desde distintas perspectivas: la salud humana, la sustentabilidad y su gestión para la producción agropecuaria.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, el agua segura es aquella que por su condición y tratamiento no contiene gérmenes ni sustancias tóxicas que puedan afectar la salud de las personas. Sin embargo, de acuerdo a lo informado por la ONU, en la actualidad 1.4 millones de personas mueren anualmente por enfermedades relacionadas con el saneamiento deficiente de este recurso, y el mismo organismo prevé que su demanda mundial aumente en un 55% para 2050. En el mismo sentido, en nuestro país especialistas sostienen que en regiones en desarrollo siguen escaseando las medidas y la infraestructura necesaria para poder sanearla. 

El Dr. Gabriel Arcidiacono, Jefe de Toxicología Clínica del Hospital de Clínicas de la UBA (MN 117.135), detalla cuál es la relevancia de su buena calidad para la salud: “El agua es esencial para muchas de las funciones de nuestro cuerpo como la digestión, la circulación sanguínea, la regulación de la temperatura corporal, eliminar sustancias tóxicas, entre otras. Sin agua nuestro organismo no puede funcionar de forma adecuada. Nos deshidratamos y nuestro rendimiento físico y mental se ve afectado negativamente; nos cansamos y perdemos concentración y energía”.

Ahora bien, el agua no potable también es un recurso de valor. Está demostrado que el tratamiento de aguas cloacales y agroindustriales genera agua reutilizable para determinadas actividades y, además, que puede servir para la producción de nuevas materias primas. En este sentido, se puso en funcionamiento recientemente una planta de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), que lleva a cabo un proceso con microalgas que producen una biomasa que se podría utilizar como biofertilizante. 

“Se trata de una tecnología novedosa de bajo costo económico y energético en relación al abanico que hay actualmente de sistemas de tratamiento de aguas. Es aplicable a distintos tipos de aguas que tienen altos contenidos de nitrógeno, fósforo y materia orgánica. Y está pensada para extender a pueblos de hasta 20.000 habitantes, municipios del interior del país o establecimientos agropecuarios”, explica Agustín Rearte, docente de la cátedra de Química Inorgánica y Analítica de la FAUBA.

También, en el marco del Día Internacional del Agua, profesionales, científicos y especialistas argentinos y mexicanos están reunidos en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA (FCV-UBA), participando de un foro binacional que se propone explorar estrategias ante un problema crucial para la actividad agropecuaria: las sequías.

El Foro Binacional “Uso y Gestión del Agua en Producción Agropecuaria. Desafíos para la Prevención y Manejo de Sequías” es organizado en forma conjunta por el Centro de Estudios Interdisciplinarios del Agua (CETA) y el Instituto de Investigaciones en  Producción Animal (INPA), la FCV-UBA y la Unidad Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Zacatecas (México).

“El objetivo es reunir a investigadores e investigadoras, gestores y tomadores de decisión en un espacio de intercambio para debatir cuestiones concernientes al uso y gestión de un recurso absolutamente valioso como es el agua”, sintetiza el Dr. Alejo Pérez Carrera, Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA y director del CETA. 

“Se trata de un recurso que necesitamos no sólo en cantidad, sino en calidad -agrega-, para poder proveer a nuestros animales y regar nuestros cultivos; pero que realmente tiene un impacto significativo en toda nuestra vida, especialmente en la producción de alimentos seguros e inocuos para toda la población”.