En el marco del Día Mundial Sin Tabaco especialistas del Instituto de Oncología Ángel Roffo de la Universidad de Buenos Aires brindan información con el objetivo de concientizar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco, y de la exposición pasiva al humo de esta sustancia.
Efectos nocivos del tabajo
El tabaquismo es uno de los factores de riesgo más importantes para 6 de las 8 principales causas de muerte en el mundo causando 5.4 millones de muertes por año. En nuestro país el 16 % de las muertes en personas mayores de 35 años en Argentina está relacionado con el consumo de tabaco.
En este sentido la Dra. Mara Bonet, médica de la Unidad Funcional de Tumores Torácicos del Instituto Roffo indica que “El consumo de tabaco suele causar estrechamiento de los bronquios y destrucción de los alvéolos pulmonares. Muchos fumadores padecen de bronquitis crónica y enfisema. Todos estos síntomas pueden causar enfermedades del sistema respiratorio, siendo la más grave la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).”
Fumar productos de tabaco es la principal causa de los casos de cáncer de pulmón e incide en la aparición de tumores en otras partes del cuerpo como laringe, faringe, boca, esófago, vejiga, riñón y páncreas. Asimismo, hay estudios que demuestran que fumar es un factor que provoca mayor riesgo de sufrir leucemia, cáncer de estómago, mama, hígado y útero.
Si bien hubo un descenso del 25% en el consumo de tabaco entre 2005 y 2018 en nuestro país lo consumen el 35.6% de los hombres y el 24.6 % de las mujeres. Es fundamental realizar campañas para dejar de fumar ya que existen tratamientos muy efectivos, tanto individuales como grupales, y es importante hacerlo lo antes posible ya que los efectos dañinos del cigarrillo son acumulativos. Algunas personas dejan de un día para el otro, otras van bajando el número de cigarrillos para después dejar. No hay una mejor manera, pero es importante que la cesación sea total. Fumar un solo cigarrillo por día también puede dañar la salud.
Ángel Honorio Roffo, pionero en la lucha contra el tabaco:
En las décadas de 1930 y 1940, el oncólogo Ángel Roffo (1881-1947), fundador del Instituto Roffo, fue el primer científico en el mundo en comprobar y demostrar la relación entre el tabaco y el cáncer. Difundiendo a gran escala y con el mayor grado de profesionalismo, su tesis denominada “El cáncer, contribución a su estudio”, los efectos nocivos del consumo de tabaco (1910).
El consumo de tabaco era el tema central de la argumentación de Roffo. El libro “Un mal de la civilización” (publicado 1944) fue parte de sus empeños por prevenir la enfermedad mediante la educación. A su publicación sumó otras muy diversas iniciativas: notas en diarios y revistas, presencia en programas de radio, distribución de folletos, conferencias en escuelas y asociaciones vecinales, y la inclusión de la prédica anti-tabáquica en los programas de la educación primaria y secundaria. Esta ambiciosa agenda transformó a Roffo durante el segundo cuarto del siglo XX en la figura más destacada de la lucha contra el cáncer en el país y, sin duda, en el anti-tabaquista más pertinaz.
El Dr. Roffo no solo estaba dedicado a la investigación y tratamiento del cáncer, sino que otra de sus primordiales preocupaciones era la prevención y la educación de la sociedad.